Lo bueno de los malos en los cuentos infantiles.

Los amantes de los libros somos conscientes de cuanto nos pueden ayudar a comprender los misterios de la vida. Todos tenemos libros que nos han marcado, que han caído en nuestras manos en el momento adecuado regalándonos la respuesta que estábamos buscando o la motivación que en ese momento necesitábamos.

A los niños les pasa lo mismo, incluso más.
Ellos tienen una sensibilidad especial  para comprender lo esencial de las historias.

¿No os ha pasado que vuest@ hij@ os pide una y otra vez el mismo cuento?

¿Os habéis preguntado que le esta aportando o trasmitiendo esa historia y la importancia que adquiere para ellos en ese momento?

La literatura actual cuenta con grandes ilustradores y autores que escriben cuentos innovadores pensados especialmente para los niños de la nueva  generación, cuentos para acompañar los miedos, el divorcio, las emociones, la sexualidad… Hay cuentos que son verdaderas joyas.

Pero también el mercado está lleno de cuentos rosados y edulcorados que solo nos cuentan la parte “rosa “de la vida, obviando personajes malvados o crueles.

 

Quizás influidos  por el  miedo a asustar o traumatizar a las criaturas tanto autores como padres y madres contamos a los niños historias llenas de personajes buenos, tiernos y llenos de valores, sin pararnos a pensar en la importancia que tienen los malos de las historias.

¿Se ha sentido vuestro pequeño lector fascinado por el malo de la historia?
¿Os habéis peguntado por qué? 

Posiblemente El personaje malvado de la historia les ayuda a comprender que no son los únicos que sienten odio, rabia, celos, miedo… 
Si solo contamos a las criaturas cuentos con personajes buenos y nobles nos estamos dejando atrás un gran aliado: ¡Los malos!de los cuentos, que nos ayudan a proyectar estas emociones en el personaje, dándoles luz a las emociones que socialmente son más difíciles de aceptar.

Los malos de los cuentos pueden ser una gran herramienta para ayudar  a las criaturas a ponerles nombre a hablar sobre ellas ayudandoles a elaborarlas.

Los malos cumplen también su función ayudando a las criaturas a abrazar sus sombras.