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martes, 25 de junio de 2013

El SEXO DE LOS ÁNGELES


La lactancia es la primera expresión de sexualidad en la experiencia de un ser humano. Los bebés no solo maman por necesidad alimenticia sino también por placer. El amamantamiento además de ser un factor nutritivo saludable ofrece al bebé la posibilidad de continuar con el contacto que le proporciona seguridad, pero sobre todo representa la potencialidad de ir experimentando placer.
En los bebés la carga de excitación vital está concentrada en la boca, es el comienzo de la etapa oral. El bebé explora el mundo a través de la boca y necesita una cantidad óptima de estímulos para conseguir saciedad y relajación.
 
El mundo interno del bebé se forma a partir de las experiencias de contacto y placer con la madre.
Si la necesidad de placer oral del bebé es satisfecha, a partir de los 3 años aproximadamente, la fuente de placer de los niños pasa de la boca a los genitales.


La vida sexual comienza en la infancia. Los niños  pequeños experimentan  ya excitación sexual y demuestran  un vivo interés por el sexo, reflexionan  sobre ello, intentan  explorar estos fenómenos para ellos  incomprensibles y se fabrican sus propias teorías sobre el nacimiento y la concepción.
                                  
Los niños y las niñas sentirán curiosidad por la diferencia entre sus genitales y los del sexo contrario. Las primeras preguntas que hacen los niños hacia los tres años, están relacionadas con las diferencias entre los dos sexos. Es importante aclarar al niño que hay dos sexos, que debe ser así y que está bien que sea así

¿Qué es lo que se les debe decir a los  niños?
Exactamente lo que pregunten.
A los niños de tres o cuatro años si se le habla de un modo sencillo y correcto lo entienden todo.
Hay que llamar tranquilamente las cosas por su nombre y hablar con sinceridad y claramente, poniéndoles ejemplos que  puedan  reconocer.
Es también útil prever las preguntas de los niños, preguntándoles primero como creen  que se desarrollan los hechos.


¿A qué edad es necesaria una explicación?
En el momento en que  empiezan  a preguntar. Lo cual sucede, hacia los tres o cuatro años.
Muchas veces las preguntas  no son claras. En ese caso hay que esforzarse por entender,
 e intentar llevar a los niños, poco a poco, a que pregunten  lo qué realmente quieren saber.
Basta con un signo de desaprobación de los padres, para inducir al niño a reprimir su curiosidad sobre el sexo. 
Aún sin prohibiciones directas, si los niños  sienten  que los adultos evitan mostrarse desnudos delante de él o evitan dar respuestas claras a sus preguntas,  sienten  “que está mal interesarse por el sexo” y por tanto intentarán  ocultar esa curiosidad

La masturbación infantil
Los juegos sexuales son naturales y sanos
Si se deja a los niños  tranquilos, la masturbación nunca tiene consecuencias perjudiciales, por el contrario, es un periodo preparatorio muy importante para la sexualidad del adulto.
Si se castiga a los  niños, o se le reprime diciéndole que eso no se hace,  puede intentar dejarlo, pero por ello no cesará el impulso, que tiene origen en una excitación física, por tanto, o bien se masturbará  angustiado  o bien conseguirán  dominarse, pero se sentirán  angustiados también.
Debido a la sociedad enferma y neurótica en la que vivimos, si creo que es importante explicar al niño o a la niña que la masturbación es un asunto privado y que es mejor no hacerlo en público, con el fin de evitar miradas adultas sucias, que puedan dañar al niño o a la niña.

jueves, 20 de junio de 2013

EL NIÑO TIRANO



Escucho y leo a muchas mamás quejándose del mal comportamiento de sus hijos, les acusan de tiranos, de portarse mal para conseguir llamar la atención, de pegar a sus hermanos, de no respetar la autoridad de sus padres…. A estas quejas o consultas responden otras mamás bienintencionadas e incluso alguna psicóloga dado consejos sobre disciplina positiva.



Casi todas aconsejan el sistema de puntos, o “el tiempo fuera” para que el niño aprenda a comportarse.
Pero casi nadie se pone en el lugar del niño, en cómo se estará sintiendo para tener esa conducta  ,que su madre considera inadecuada, solo damos consejos sin ningún fundamento sin pensar en el daño que podemos hacer y que las consecuencias de un mal consejo la va a pagar la pobre criatura.

Pienso que los niños son bondadosos, amorosos, generosos y que tienen una gran capacidad de perdonar a sus padres, incluso a los que les sueltan algún cachete en el culo.
Pienso que los niños no quieren manipular a sus padres, que no hacen trastadas para molestarles…
Pienso que casi siempre somos los padres los que creamos el problema al niño con nuestros condicionamientos
Pienso que los padres deberíamos autocuestinarnos y reflexionar sobre nuestras expectativas hacia nuestros hijos.

Pienso que el famoso  “tiempo fuera” hace que el niño se sienta abandonado, durante una crisis, que es cuando más nos necesitan.
Pienso que el sistema de puntos o de premiar el comportamiento positivo es manipulación adulta.
Pienso que muchas veces estamos más guapas calladitas.


martes, 18 de junio de 2013

COSAS PELIGROSAS (PARA ALGUN@S) QUE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DEBERÍAN HACER

El aprendizaje desde la experiencia, es una de las mas antiguas y mejores formas de aprendizaje vivencial, si a esto le añadimos el contexto “peligro” desde los ojos del adulto lo rechazamos automáticamente por nuestro instinto de protección. ¿Cómo voy a permitir que mi hijo se acerque al peligro, porque le voy a exponer de una manera gratuita a que se haga daño?
No vamos a lanzar a nuestros niños al vacío, ni les vamos a incitar que se quemen a lo bonzo, pero si les podemos facilitar experiencias que recordaran para siempre, que les aportaran seguridad y confianza en si mismos.

Aquí os proponemos unas cuantas.

- Conducir:


Si lo sentamos en nuestras rodillas mientras aparcamos, o vamos por un camino sin circulación, el niño podrá dirigir ese vehículo gigante en el que siempre monta otorgándole un gran control sobre el espacio.


- Encender/manipular un fuego:



A mi de pequeño siempre me decían aquello de “el que juega con fuego se mea en la cama”. Hay una etapa en la vida del niño en el que siente una gran curiosidad por el fuego, y prueba jugando con cerillas o mecheros. Facilitarle tener el control sobre uno de los elementos de la naturaleza otorga al niño una gran seguridad y satisfacción

- Cortarse el pelo:



A muchos nos chirría la idea, pero si pensamos que es su pelo, su cuerpo y que están jugando y experimentando sin estar sometido a estéticas adultas, la cosa cambia, ¿no?.


 - Utilizar herramientas:



Si les ayudamos a usar un taladro, a hacer un corte con la caladora, en vez de alejarlos, les estaremos dando una gran información que después ellos aplicarán mentalmente en la construcción de juegos y elementos arquitectónicos.
También mostrarán curiosidad por todos los elementos electrónicos a su alrededor. Les podemos facilitar algún electrodoméstico viejo y ayudarles a desmontarlo para descubrir cómo es por dentro y sus componentes.


¿Qué añadirías a la lista?

miércoles, 12 de junio de 2013

DEJAR EL PAÑAL SIN TRUCOS




Llega el verano y el pequeño cumple dos años, parece obligatorio quitarle el pañal.

Si la criatura va a cumplir tres y tiene que entrar al cole en septiembre entonces sí que es obligatorio porque en muchos centros escolares  es condición que el niño controle el pipí.

Hay un montón de trucos y consejos para ”ayudar” al niño a dejar el pañal, estos trucos pueden funcionar, o no, no lo sé…

Lo que se si sé, es el enorme esfuerzo, tanto físico como emocional que tiene que hacer un niño cuando intentamos que logre algo para lo que biológicamente aun no está preparado.

 
El entrenamiento precoz obliga a los niños a forzar los músculos del esfínter y al realizar este esfuerzo toda su musculatura se contrae. Esto puede producir problemas de estreñimiento en el futuro.

El control de esfínteres es algo natural, que el niño aprende por imitación de otros niños o de los papás.  Lo conseguirá por él mismo cuando esté preparado, algunos a los dos, otros a los tres, cuatro o cinco años.

Somos casi siempre los padres los que tratamos de enseñar al niño algo que aprenderá por sí mismo, interviniendo una vez más en su proceso de autorregulación.

¿Como saber cuando está preparado?

Cuando no necesite ni trucos ni consejos. El mismo te lo hará saber. Sentirá curiosidad por acompañarte al baño y lo querrá imitar.

Si queremos ayudarle en este proceso podemos hacerlo teniendo en cuenta que sus heces son lo primero que produce su cuerpo y les causa curiosidad, es natural que alguna vez quiera jugar con sus cacas o con el pipí. Es un buen momento para ofrecerle juegos con barro, plastilina y agua, les ayuda a satisfacer su curiosidad.

La cosa se complica cuando la criatura es “mayorcita” y sigue usando pañal de noche, ahí si que nos entra la paranoia y le llevamos al pediatra, ponemos el despertador cada 3 horas para llevarle al baño o utilizamos medios, en mi opinión salvajes, como el pipí-stop, que es un aparato que se pone al niño y cuando nota humedad le despierta de un pitido.

Todos estos métodos, que se aplican con la mejor intención para ayudar al niño, sólo hacen que el niño sienta que tiene un problema  y se frustre o se avergüence  al pensar que no puede conseguir dejar el pañal.

Si el control de esfínteres se da de manera natural y cuando el niño está preparado el niño obtiene gran placer al adquirir ese control.


martes, 11 de junio de 2013

¡¡ MUY BIEEEN !!

Se escribe mucho sobre poner etiquetas a los niños, sobre las consecuencias negativas de llamar a los niños llorones, cabezotas , pegones o perlas por el estilo.


Es fácil poner etiquetas y es difícil quitarlas.
En muchas páginas de crianza se habla de disciplina positiva, de reforzar con elogios o premios al niño cuando el adulto considera que ha hecho algo "bueno". Pero poco se dice sobre las consecuencias de las etiquetas “positivas” como la del “niño bueno”  o el famoso  “¡muy bieeen!” que en realidad también pueden ser perjudiciales.

Lo que necesitan los niños es apoyo incondicional y "muy bien" es condicional.

Si un niño se queda con la etiqueta de “niño bueno” es muy posible que reprima sus enfados o que le sea difícil decir, no. ¿Cuántos adultos conocéis que son incapaces de decir que no?

¿Cuántos niños y adultos necesitan la aprobación de los demás constantemente? ¿Somos adictos a los elogios?.

Lo de ¡muy bien! es como un resorte, veo a mi peque hacer cosas maravillosas y zas ¡la coletilla!, ¡muy bien! sin darme cuenta de que estoy emitiendo un juicio de valor, igual que ”muy mal”.
No va de reconocimientos hacia el niño, todos nos equivocamos y acertamos en nuestro día a día. Tampoco es cuestión de permanecer asépticos sin decirle nada. Va a nuestro entender a que se sientan bien con ellos mismos, a acompañarlos sin juzgarlos. Podemos valorar lo que ha hecho, y preguntarle como se siente?, ¿Si a él o a ella le gusta lo que ha hecho?.


Queremos compartir con vosotras esta reflexión de Alfie Kohn . A mí me ha dado mucho que pensar…

viernes, 7 de junio de 2013

DERECHOS DEL NACIMIENTO



Primero: El bebé tiene derecho al reconocimiento de su capacidad física y emocional, en su vida intrauterina y extrauterina y, especialmente, durante el tránsito entre ambas.






Segundo: El bebé intraútero tiene derecho a que el bienestar emocional de su madre no sea alterado por un exceso y abuso de controles durante la gestación. 













Tercero: El bebé y su madre tienen derecho a que se respeten el momento, ritmo, ambiente y compañía en el parto-nacimiento y a que el mismo transcurra de forma fisiológica. Un bebé y madre sanos tienen derecho a no ser tratados como enfermos.










Cuarto: El bebé y su madre tienen derecho a intimidad y respeto antes, durante y después del nacimiento-parto.










Quinto: El bebé y su madre tienen derecho a permanecer juntos en las horas y días siguientes al nacimiento. Ninguna exploración ni estancia hospitalaria justifica la separación de ambos.






Sexto: El bebé tiene derecho a disfrutar de la lactancia materna a demanda, al menos, durante el primer año. Y a que durante su estancia en el hospital se respeten los "10 pasos para una lactancia feliz", establecidos por UNICEF y la OMS, y recomendados por la Asociación Española de Pediatría.




Séptimo: El bebé tiene derecho a ser atendido personalmente por su madre, como mínimo, durante el primer año. La madre tiene derecho a disfrutar del contacto íntimo con su bebé cuanto crea necesario.








Octavo: El bebé prematuro tiene derecho a permanecer pegado al cuerpo de su madre hasta que adquiera el peso y las condiciones óptimas de salud. Ninguna unidad de neonatología es más saludable para el bebé que la piel materna.








Noveno: El bebé tiene derecho a permanecer pegado al cuerpo de su madre durante los primeros meses de vida extrauterina. El contacto cuerpo a cuerpo es vital para instaurar en él la seguridad y la confianza.











Décimo: El bebé tiene derecho a que sean sus padres quienes personalmente tomen las decisiones y quienes para ello busquen la información relacionada con su bienestar. 


miércoles, 5 de junio de 2013

¡NO NO Y NO!


Nuestro bebé crece y sobre los 18 meses aparece la famosa etapa del No, que a los papás y mamás tanto nos da que hablar.


¿Por qué nos dice a todo que no?

A muchos padres nos entra la paranoia y pensamos que el niño es un cabezota, un caprichoso, que nos está tomando el pelo… y empezamos a plantearnos los famosos límites.

A esta edad nace el impulso de autonomía, el pequeño está aprendiendo que es un ser individual, ya tiene libertad de movimientos y necesita reafirmarse mediante manifestaciones de voluntad propia, es una actitud perfectamente normal y sana. Esta etapa es también aprendizaje, y de nosotros depende respetársela.
Está claro que los límites son necesarios y estructurales y que cada familia decide cuales son los más apropiados para ellos. A algunas familias les parecerá un límite claro que no se salta en el sofá, mientras que para otras esto carece de importancia.




Lo que sí es muy importante para el niño es la forma en la que se ponen estos límites.

Antes de establecer un límite deberíamos plantearnos las siguientes cuestiones:
¿Cuál es el objetivo de la norma? ¿Para qué sirve? ¿Por qué lo estamos poniendo? ¿Es una forma de ayudar al niño o impaciencia y mal humor del adulto?

Para nosotros los límites que tienen que ser respetados son pocos.

-   Límites de seguridad, tratando de que estos sean reales y no basados en nuestros propios miedos.
-   Límites de respeto, en la relación con los demás.

También es importante utilizar las el lenguaje apropiado a la hora de establecer las normas.

Casilda Rodrigáñez lo explica a la perfección es su texto:
“Poner límites o informar de los límites”.
La autora propone que, ante cualquier límite que se oponga a los deseos de nuestra criatura, nos situemos incondicionalmente del lado de sus deseos; y en lugar de considerarlos meros caprichos improcedentes, los analicemos honesta y sinceramente con ella, junto con todos los factores que intervienen en la situación, para después tomar una decisión conjuntamente.

Os cuelgo el enlace al texto, a nosotros nos parece genial. ¿Qué os parece a vosotras?